Desarrollo. Radiaciones ionizantes.

    La radiación ionizante en el espacio proviene de tres fuentes principales: los rayos cósmicos, el campo magnético terrestre y el Sol. Los rayos cósmicos son partículas interestelares -e incluso intergalácticas- que se originan en los lugares más pintorescos y violentos del Universo. Aproximadamente un 90% son protones energéticos, mientras que un 8% son núcleos de helio (partículas alfa). El 2% restante está compuesto por electrones (partículas beta) y otros núcleos pesados. Además de las partículas cargadas, los rayos cósmicos pueden generar neutrones -y otras partículas como muones o positrones- al colisionar con distintos materiales, lo que amplía sus efectos perniciosos. La capacidad de penetración de estas partículas en la materia varía según su energía y el tipo.

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